martes, 10 de abril de 2012

Hallazgos



Encontrar los resultados esperados significaría no terminar este trabajo investigativo jamás, los discursos siempre cambian a medida que las sociedades, las costumbres y las mismas religiones en el caso del discurso religioso, se van modificando, igual que las intenciones de los receptores al querer escuchar un determinado discurso según determinada entidad u organización. Sin embargo, en el proceso de esta investigación, se encontraron otras particularidades que vale la pena subrayar, o mejor dicho exponer.

En primer lugar, la ciencia, la filosofía y la misma religión han buscado siempre una verdad absoluta o por lo menos una verdad que se asemeje a la realidad de las personas. Sin embargo, la religión es la única que ha ofrecido un consuelo a sus seguidores, de manera que es la única que medianamente ha logrado ofrecer alguna respuesta o resultados a las incógnitas o cuestionarios que a diario se presentan las personas frente a sus vacíos, depresiones e incongruencias. 

La religión tiene una gran semejanza al socialismo, a pesar de que curiosamente Marx la criticara, diciendo que es el opio del pueblo; puesto a que busca siempre una unanimidad de actitudes, un fin colectivo, un respeto y una cierta solidaridad entre agentes, mientras que rechaza y juzga a quienes no participan dentro del margen cerrado de sus ideologías. 

La identidad de género no existe sino después de un discurso que atiende a unas expresiones, actitudes, gestos y movimientos corporales que obedecen a una consciencia de género de parte del locutor que luego expone a los receptores. Esto significa que el género como tal, y el reconocimiento de él no es inherente, ni siquiera instintivo sino que se construye dependiendo de la idea, ideal, o imposiciones que realice el que realiza el discurso.

Por último, aunque no responde totalmente a uno de los resultados esperados, sí ofrece un punto de partida, donde mediante la hipótesis de que existe una relación entre el discurso político, religioso, mafioso y publicitario, a causa de la relación de poderes, se demuestra que para "vender una idea" siempre tiene que existir una presencia autoritaria, que refleje conocimiento, cierto poderío y sobre todo carácter para poder demostrar veracidad de lo que se dice. Entonces, existirá una relación entre estos organismos, si se busca siempre es persuadir y convencer a un público. 

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